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Las manifestaciones lideradas por jóvenes rompen paradigmas sociales, causan revueltas y por ende, grietas en los sistemas. Estos estallidos sociales juveniles no son nuevos, se han realizado movilizaciones a lo largo de la historia de la humanidad, sin embargo, en muchas ocasiones no se convierten en oportunidades para que las personas jóvenes puedan acceder a espacios de participación o puestos de elección popular en la política formal de los países. De 2019 a la fecha, el movimiento iniciado por mujeres jóvenes feministas en Chile, generó una grieta tan grande en el sistema, que lograron ser parte de la construcción de una nueva constitución política: una que integra comunidades que fueron históricamente excluidas de los procesos de toma de decisión y de la representatividad de un país. ¿Habría sido posible este resultado sin un proceso detrás que permitiera la integración de voces diversas? La inclusión de diversas voces en un proceso que respeta a diversos grupos, incluso a los menos representados, puede tener resultados esperanzadores. [1] [2] [3] [4]

La participación de personas jóvenes en espacios democráticos muchas veces ha estado limitada: por la pérdida de sus derechos, el deterioro de sus condiciones de vida, por las decisiones políticas de sus gobernantes, la herencia de un medio ambiente poco amable que amenaza con la extinción, por mencionar algunas razones. Los estallidos sociales que vemos hoy de las personas jóvenes no son solo por el presente, sino también por el futuro.

En 2021 en Latinoamérica hubo elecciones en: Argentina, Bolivia, Chile, Ecuador, Honduras, México, Nicaragua, El Salvador, Paraguay, Perú y Venezuela. No han sido elecciones únicamente a nivel nacional, sino de elección pública para puestos de concejales, alcaldes, federales, etc., y la tónica de los resultados excluyen a las personas jóvenes. Esta problemáica de falta de representación importa, pues implica que muchos de los problemas que enfrenta esta parte de la población no se reflejan en las agendas políticas; en temas como violencia, migración, empleo, salud sexual y reproductiva, etc.[5]

Pulsante colabora con organizaciones que reivindican de manera inclusiva a las voces diversas como fuerza positiva y necesaria para el cambio social transformador: Estamos Listas y la Corporación de Profesionales Construyendo Ciudadanía (CPCC) en Colombia, Elas no Poder y Legisla en Brasil.

En Colombia, Estamos Listas, es un movimiento político feminista, con representación diversa de más de 1,700 mujeres colombianas, con la convicción de que la política puede crearse de una manera diferente. A partir de su creación en 2017, en el contexto del Plesbicito de los Acuerdos de Paz, la organización consiguió que se eligiera la primera mujer concejala feminista en el país. Esta elección les permitió poner en la agenda temas de la garantía de derechos para las mujeres, la autonomía, la ruralidad y el cuido, por nombrar ejemplos. Dentro de sus objetivos, están buscando conseguir representatividad en el Senado de la República, y permitir que se ponga en agenda legislar “para la vida, el bienestar colectivo y la democratización de lo público”. Su visión para el futuro es, en sus palabras: “la construcción de un Estado Feminista: descentralizado, plurinacional, multicultural y que reconozca la diversidad. Es un Estado al servicio de la gente.” Sus prioridades son la transición democrática, la justicia económica, social y ambiental, y la construcción de un futuro en paz.

Por otra parte, CPCC, trabaja desde el 2013 en procesos de participación e incidencia en Colombia, especialmente para gestionar la inclusión de jóvenes en la representación de espacios municipales de toma de decisión. Recientemente, en el contexto de las elecciones en Colombia, desarrollaron la campaña “Pacto por una cultura política y la no violencia en la campaña electoral”. Esta campaña tuvo difusión en diversos medios de comunicación de radio, televisión y prensa escrita que alcanzó más de 8.8 millones de lecturas. Sus esfuerzos involucran el desarrollo de programas que integran a las personas jóvenes como sujetos de derechos y el respeto por las identidades socioculturales presentes en sus comunidades. Pueden encontrar la campaña en medios en estos enlaces: La Gran Noticia, Caracol Radio, RCNRadio, El Expectador, Diario del Sur, HSBNoticias, BlurRadio, entre otros.

Las situaciones a las que se exponen las mujeres en política no son sencillas. No solamente reciben poco apoyo, sino que también son objetivos de violencia política. En Brasil, Elas no Poder saben bien de la complejidad que esto implica y por ello promueven la agenda liderada por mujeres en política, para incrementar la representatividad en instancias de poder y de toma de decisiones. Aunque en Brasil la población de mujeres ronda el 52% del total de la población brasileña, solamente hay representación del 16% en puestos de elección popular. Elas no Poder trabaja para que las mujeres puedan estar más capacitadas para transitar los procesos de campañas y elecciones, de manera que consigan mayor representatividad. Para ello, han desarrollado campañas, programas de capacitación, mentorías y cursos, para que más mujeres puedan involucrarse en estos procesos y estar acompañadas.

En Brasil, bajo esta misma lucha por mayor inclusión y representación, también se encuentra Legisla, una organización que nació a partir del interés de jóvenes recién graduados por participar en procesos democráticos. Este grupo de personas se unieron a partir de un interés gestado desde las redes sociales, y que agrupó a más de 300 personas interesadas en participar en política. Desde entonces, Legisla ha crecido para  preparar y acompañar a profesionales que quieren participar en procesos políticos. Recientemente finalizaron su último ciclo de identificación de personas, y de una respuesta de 2.500 personas inscritas fueron seleccionadas aproximadamente 240.

Estos proyectos, muestran cómo las voces nuevas en política pueden encontrar fuerza en la acción colaborativa y unida, y generar oportunidades para la incidencia en espacios formales. Estos procesos no se pueden realizar en solitario, se necesita de la acción colectiva, y la convicción de que cuando en las sociedades nacen grietas, existe la posibilidad de iterar las democracias de manera más inclusiva y participativa, con voces nuevas, diversas y valiosas.

 

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[1] https://www.ipu.org/our-impact/youth-empowerment/data-youth-participation

[2] https://www.celag.org/jovenes-y-elecciones-entre-el-desencanto-la-critica-y-la-movilizacion/

[3] https://www.oas.org/es/sap/docs/deco/estudioparticipacionca2015_s.pdf

[4] https://luminategroup.com/storage/1459/EN_Youth_Democracy_Latin_America.pdf

[5] https://diagonalciep.org/2021-elecciones-en-america-latina-politica-y-juventud-el-mismo-debate-de-siempre/