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Aprendizajes, flexibilidad y disrupción ¿existe un cruce exitoso?

La apuesta de apoyar a movimientos sociales

Por Lucía Abelenda y Gloria Guerrero, Fundación Avina – Alianza Pulsante

 

Hace tres años el trabajo conjunto entre Luminate, Fundación Avina y Open Society Foundations permitió la creación de Pulsante. Nuestras reflexiones estuvieron marcadas por cómo la falta de representación democrática, la cultura de impunidad y la desigualdad habían generado un cóctel que hasta en los contextos más adversos, provocó que cientos de personas salieran a protestar.

En Brasil, Chile, Colombia, Guatemala, México y Perú existen distintos desafíos, distintas miradas, pero una gran demanda sobre cómo la democracia y el Estado tienen una deuda histórica con varios sectores de la población. Especialmente, los más excluidos y vulnerados. Frente a este contexto, no había duda, era necesario buscar una forma más líquida para apoyar a los movimientos y grupos que hacen vibrar las calles en toda América Latina.

Esta apuesta, presentó grandes desafíos en cómo construir arquitecturas de financiamiento más flexibles con la capacidad de llegar a movimientos sociales. ¿Cómo las dinámicas de financiamiento no afectan de manera negativa la planificación y acción de un movimiento o una colectiva? ¿Cómo no aportar sólo desde lo financiero? ¿Cómo reducir los procesos burocráticos para no ahogar al movimiento? ¿Cómo evitar poner sólo el foco en el proceso, sino en el resultado que se quiere alcanzar? ¿Cómo lograr comunicaciones que conecten con la población en medio del hartazgo social? ¿Cómo desde el colectivo de donantes se puede reconceptualizar la visión del impacto y aprender de los colectivos que se apoyan? ¿Cómo conceptualizar el tiempo en una apuesta de incidencia

Luego de tres años no tenemos respuestas a todas estas preguntas, pero este camino nos permitió deconstruir la forma de trabajo y esbozar algunos aprendizajes que sin distinción de forma y fondo nos dan elementos para seguir esta ruta.

¿Con quién trabajar?

Entendimos que no hay una fórmula mágica, o que el uso de una sola de las herramientas de identificación con la que trabajamos no era suficiente para construir una oportunidad de trabajo con procesos más líquidos. La articulación de convocatoria abierta, mapeos con entrevistas a actores claves y charlas individuales fue lo que nos permitió diseñar la ruta para identificar dónde estaba la oportunidad.

¿Nacional vs regional?

Existe una tensión inherente entre lo nacional y lo regional. En una América Latina tan compleja parece que el contexto nacional tiene tal nivel de especificidad y urgencia que no deja lugar para pensar en lo regional. Por otra parte, lo regional parece ser un valor agregado inigualable para generar avances en lo local. Ante la falta de financiamiento y la construcción de estrategias de largo plazo, parece que sí hay una urgencia de crear mini-clusters y redes de socias por país o región, así como de diseñar el acompañamiento, a medida para éstas.

¿Innovador o histórico?

El trabajo de muchos grupos líquidos es histórico, y en palabras de nuestros aliados, reivindica las formas de organización anteriores al Estado. En estos procesos hay grandes aprendizajes que nos llevan a pensar distinto al proceso de innovación, no por crear algo nuevo, sino por mantener y reivindicar antiguas luchas que hoy más que nunca necesitan un lugar en nuestras sociedades.

En este proceso, los objetivos y oportunidades son diagnosticar retos. Por ejemplo, entender que las deudas históricas no se resuelven en un ciclo de 3 años. Es necesario tener claro cuáles son las oportunidades del presente que nos permiten seguir construyendo el futuro que queremos.

“Las luchas de donde venimos son parte de un proyecto milenario, somos parte de la lucha histórica que nuestras abuelas y abuelos empezaron hace más de 531 años.” Lucía Ixchíu, Festivales Solidarios.

¿Comunicación conectada a los valores “intocables”?

Las estrategias de comunicación conectan más con la población cuando las narrativas se desarrollan con los valores “intocables” de la sociedad más allá de las luchas específicas de cada movimiento, por encima de la comunicación institucional. Es importante entender lo que moviliza por dentro a las personas, para lograr movilizar audiencias fuera del nicho de las ya convencidas, permitir mediante nuevas narrativas que cada persona las haga suyas.

¿Cuáles son los retos más grandes para que estas formas líquidas reciban recursos?

Que los movimientos reciban financiamiento, sin duda genera retos, riesgos y posibles conflictos, pero también permite hacer cosas que no se harían de otra manera. Cuando la mayoría de los grupos y colectivos que hacen parte de un movimiento social lo hacen desde el trabajo voluntario, hay que pensar en la reivindicación del trabajo no remunerado. ¿Es sostenible? Es importante entender que el mecanismo de apoyo no debe quebrar a las personas que lideran las luchas, ni a las luchas con burocracias innecesarias.

«Un financiamiento como el que recibimos nos permitió hacer cosas que habrían sido impensables de otra forma. Aunque es verdad que tendríamos el mismo entusiasmo con o sin recursos, nuestros logros y alcances habrían sido otros, mucho menores, sin este financiamiento, que contó no sólo de recursos, sino de una escucha cercana y de un acompañamiento político». Lorena Wolffer, Disidenta.

¿Reivindicar otras formas de impacto?

El trabajar con formas líquidas, también nos hizo repensar las diversas formas de impacto, entender que el cambio no se alcanza únicamente por procesos tradicionales de incidencia. Por ejemplo, buscar incomodar desde la propuesta ocupando espacios públicos, tomando al arte y la comunicación como bandera, o salir de las discusiones institucionales para llevar la conversación a lo personal y emocional. Protestar para transformar. El cambio cultural  también es político.

Asimismo, aceptar que muchos de estos grupos no ven la solución en el trabajo con el Estado, a diferencia de las organizaciones más tradicionales. Esto no quita que dejen de pensar en el Estado como un actor relevante, sino que el foco y esencia de su trabajo no está ahí.

La diversidad de la apuesta en distintos niveles y tipos de expresiones de movimientos sociales es clave para la construcción de una mirada de transformación y fortalecimiento de la democracia a largo plazo.

“Pulsante apostó por la práctica social feminista, algo extraordinario cuando buena parte de los activismos siguen mirando las prácticas artísticas con sospecha cuando no dudan abiertamente de nuestro quehacer.” Lorena Wolffer, Disidenta.

“Pulsante creyó en Afrochingonas en un momento crucial. Su confianza y apoyo nos incentivó a crecer y alcanzar el futuro que imaginamos. Ahora confiamos en nuestro potencial para crear terrenos fértiles en los que Afrochingonas pueda florecer.” Afrochingonas.

¿Cómo seguir construyendo?

Un desafío pendiente es explorar procesos más participativos de financiamiento. Estas herramientas podrían ser útiles para la definición de las líneas de trabajo con la presencia de las comunidades que forman parte de estos procesos; lograr que la red de aliados marque su lugar en la estrategia de financiamiento. Esto sin duda no acorta la brecha de poder entre financiados y financiadores, a pesar de esto nos permite seguir experimentando con formas de descubrir el hacer democratico, donde cada una de los actores interesados pueda poner lo mejor de su experiencia. Sin duda, hay avances, pero también existe la necesidad de seguir aprendiendo, experimentando a través de procesos más flexibles.